viernes, 1 de abril de 2011

El alcalde, el vecino y el arrendatario

Debo aclarar que esto no fue escrito por ninguno de los redactores de "Del Fútbol y otros Demonios". Fue robado de Prensafutbol, con la intención de difundirlo porque tiene mucha razón. Da mucho que pensar esto de que se escuchen las quejas de los cuicos, y no de los otros tantos vecinos de estadios alrededor de todo el país. Esta muy bueno, un excelente trabajo de Andrés Otero.


Mientras en Independencia su alcalde hace arduos e infructuosos esfuerzos por evitar la presencia de barras bravas en su comuna, en Las Condes bastó muy poco para lograr el objetivo. Discriminación total, sin duda… ¿Pero quiénes son los que la amparan?


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Por Andrés Otero Klein
Editor
Twitter | @andoterok


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Una vez más los hinchas de Universidad Católica verían derrumbado su sueño de ser locales en San Carlos de Apoquindo en los clásicos. El alcalde de Las Condes, Francisco de la Maza, fue enfático en negar la autorización para el uso del recinto, argumentando su postura con un acuerdo entre la Fundación Club Deportivo Universidad Católica –dueña del recinto– y su comuna.

El tema no es menor por el contexto en que se dio la negativa al reducto precordillerano. Es que justo esta semana se programó el partido entre la 'U' y Wanderers en el estadio Santa Laura. Y el edil de Independencia, Antonio Garrido, presentó un recurso de protección para que el encuentro no se realice ahí. Sin embargo, se jugará igual. Como muchas otras veces en que el jefe comunal intentó detener un juego y nada pasó.

Y ahí vienen las dos realidades que se contraponen. Mientras en un sector de clase media baja se hacen esfuerzos legales para proteger a sus vecinos, nada se logra; en cambio, en el barrio alto el alcalde guarda un silencio un día, hace unas llamadas, llama a conferencia de prensa y con un par de palabras logró sólidamente su objetivo. Y un acuerdo de palabra terminó pesando más que incluso la máxima autoridad regional, que es la Intendencia.

Una realidad clara. Lamentablemente siguen habiendo chilenos clase 1 y clase 2. Los vecinos de San Carlos de Apoquindo a todas luces tienen más poder e influencia que los de Santa Laura. Sus casas quedaron protegidas de los delincuentes que lamentablemente hay en el fútbol. Lástima, pero los del recinto de Unión Española tendrán que seguir sufriendo las andanzas de esos lúmpen. Discriminación. De nuevo y como tantas otras veces. Y ojo: no sería extraño que incluso el clásico universitario del 15 de mayo se juegue en Plaza Chacabuco con la UC como local.

Pero me quiero detener en el tema del estadio de la UC. Porque está bien: La forma usada por el alcalde de Las Condes fue bastante prepotente. Dijo que no importaba la Intendencia, pese a que el Presidente Sebastián Piñera –y sus antecesores de la Concertación también– llama constantemente a respetar a las instituciones porque en Chile nadie está sobre ellas. Sí, es cierto. Hasta fue medio matonesco su tono. Pero la verdad, está en su derecho; lo mismo que Antonio Garrido. Lo que hacen es defender a sus vecinos. Se deben a sus comunas. Y ambos usan todo lo que está a su alcance para lograr ese fin.

¿Pero el fin justifica los medios? Veamos. San Carlos de Apoquindo pertenece al Club Deportivo Universidad Católica y no a Cruzados SADP, la concesionaria que administra la rama de fútbol, que arrienda el reducto. De la Maza fue muy enfático en separar de hecho lo que es la institución deportiva de la que lleva los destinos del balompié, calificando con cariño al primero como vecino y al segundo fríamente como arrendatario.

Nuevamente el edil tiene razón: el acuerdo es entre el club y la municipalidad. Y aseguró que se mantiene entre las partes. O sea, si el CDUC no quiere facilitarle el estadio a la SADP, a llorar a la iglesia... No habría nada qué hacer.

¿Pero existe tal contrato? Algunos dicen que sí; otros dicen que es un acuerdo de palabra; incluso se ha mencionado que con el tiempo se perdió. Lo concreto es que hoy De la Maza pudo mostrarlo. Mas no lo hizo. Raro siendo que es su gran respaldo. Bastaba evidenciar el papel... Aunque de todas maneras, un acuerdo no puede ser más importante que las Instituciones en una sociedad democrática. Más si éste se hizo en 1988 cuando el régimen que gobernaba Chile no era democrático.

A qué voy: a que sí, es cierto, el principal tema es la discriminación. Pero hay quienes la llevan a cabo y son cómplices. Ahí el Club Deportivo Universidad Católica tiene harto qué decir. Cruzados SADP se la jugó. Y se la sigue jugando. Se nota que sus directores son hinchas acérrimos de la UC. Con corbata, pero de esos que perfectamente podrían estar saltando en la galería. Pero el club está en silencio. Y resulta que es el club el que construyó el estadio y es cómplice de que en 23 años sólo se hayan jugado tres clásicos –uno con juveniles– en el recinto.

En todo esto, una sola cosa es clara: si Universidad Católica cumple con el cuaderno de cargos que le exige la Intendencia para que San Carlos de Apoquindo albergue clásicos, y la autoridad regional autoriza el partido, sumado a que el club facilita el estadio a la concesionaria y la ANFP programa el duelo ahí, es asunto sellado. Se juega. Y Francisco de la Maza, como alcalde, no tendría nada qué hacer. Podría intentar lo mismo que su colega Garrido y presentar un recurso de protección. Que en la lógica de lo que pasa en Santa Laura, podemos decir desde ya que no será muy tomado en cuenta… o quizás sí y veamos una nueva forma de discriminación. De momento es ficción.

Estamos. La Municipalidad de Las Condes a través de su alcalde ha amparado la discriminación en pos de defender a sus vecinos, con medidas casi fácticas. Pero hay cómplices que hacen eso posible. Y uno e ellos es el Club Deportivo Universidad Católica. Y ojo: no confundir con Cruzados SADP, que en un año se la jugó como la institución no lo hizo en 23. Algo deben decir en la prestigiosa institución nacida al amparo de la pontificia universidad. Pero curiosamente están en un profundo silencio…

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