jueves, 26 de mayo de 2011

De Acreedoras y Morosos

Cual fría noche de otoño llegaste

Ánima lúgubre y nociva

esperando siempre el peor momento


Indiferente e inoportuna,

irrumpiste sin siquiera acusar de tu venida

a recaudar por la fuerza mi maldita fortuna


Sí, te veo, directo a los ojos

Mi bien no quiero dejar.

Imposible

Pues el tiempo ha llegado, con tu deber debes cumplir

Pues si no queda otra, a tu encuentro debo ir





Perdona, el problema no somos ni tu ni yo

Es solo la simple y dura ley de la vida

Ya a esta altura lo habrás descubierto

Que si te traje río abajo es para callarte

Para con pólvora y plomo borrarte


DONGA

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