Si aun cerradas las celosías del alma,
cuidando mantener el sueño en vilo,
se desbarataran la cautela y la calma,
y mi pensamiento perdiera el hilo;
si fuerte y alevosa asomara tu figura,
con pasmosa y terrible rebeldía,
alimentando a golpes la locura,
entonces, ¿yo qué haría?
Buena pregunta...
ResponderEliminarSupongo que en el mundo de las preguntas hay muchas, y muy terribles. Pero lo temible parecen ser las respuestas.
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