miércoles, 16 de junio de 2010

Pateando la historia...



El chico tímido de La Calera, Matías, el Mati, Matigol, el 14 de los rojos, el "cra".
Dígale como quiera al artista que calibra la diestra de forma magistral, traza una recta imaginaria y preciosa sobre el césped, y con un toque sublime le susurra al balón que la siga para establecer la promesa.
Un defensa catracho que cree que lo invade la ceguera cuando su vista no alcanza para ver como un huaso pasa como a caballo por la banda para el segundo acto.
La criticada, la caprichosa Jabulani, que sin vergüenza cruza el área cuando nuestro huaso le suelta las riendas, para llegar en el instante preciso en que arremete Palmatoria, que vino a este mundo para recordarnos que cuando se defiende a la patria, cuando 16 millones sienten un temblor en la garganta que busca aullar, hasta con el culo vale para que esas voces estallen en un grito de gol que imprime una culminación divina para una hermosa representación.
Son la tragedia y la comedia. Son el misterio y el suspenso. Son el terror y el romance. Sí, ese amor de tinte rojo por una camiseta que no da abasto para el tremendo corazón de quien la lleva puesta. Son todos los jodidos géneros habidos y por haber, que se funden para el absurdo intento de catalogar una perfecta interpretación que, cual fábula griega, viaja por el mundo con un mensaje:
"¡Esto es Chile, carajo!".

3 comentarios:

  1. Eros y Tanatos, encarnados en forma inmutable en la danza fundamental de los "once de pies ligeros" - como hoy diría Homero -, y descubiertos sin remedio por la certera voz del poeta. Me quito el sombrero.

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  2. Sin tanta poesía... notable.

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