jueves, 10 de marzo de 2011

Hedionda lucidez

Me desperté intranquilo, no sé bien por qué. Dos vasos más de agua y quizás mañana despierte del todo bien. ¡Maldición! De nuevo el insomnio… mmm, prender el computador sería inútil, nada que ver salvo noticias internacionales (siempre lo mismo en realidad). Mejor leo. Nada. Y aquí se pone peor, ya que nuestro protagonista se pone a pensar, imaginar, soñar despierto, aaah y ahí ya sí que no tengo vuelta atrás.

Dicen que soñar es fácil, debatible, ¿pero por qué nadie admite que raya en una suerte de “masoquismo deportivo”? ¡Y del peor! Ese conocido, esperable y consciente efecto crash después de medio litro energético, porque ya sea que se vuelve de un final feliz, violento u apocalíptico, el vacío en las tripas exige algún bocadillo nocturno, en desmedro de un inaccesible trago amargo para salir del paso.

Volviendo de la quebrá del ají a la del ajo, del día del pico y el año de la corneta al presente pasado, un poco mas de sueño, perder la noción y volver a recordar ese pasado siempre presente mañana por la mañana… y sin tener la más mínima idea de nada, se espera otro fin de semana largo, otras vacaciones y varios otros más para celebrar un feliz día del pico, el año de la corneta y en la quebrá del ají, saludando desde la comodidad de un lindo marco sobre alguna otra repisa.

Donga

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